Valores morales y tradicionalismo: Jalisco vs el resto del país

El pasado sábado 25 de julio de 2015 diversas organizaciones marcharon en la ciudad de Guadalajara para demandar que las leyes no permitan el matrimonio entre personas del mismo sexo, que la jurisprudencia de la SCJN recientemente aprobada sobre el tema sea revocada (lista de sentencias y tesis) y se respete la patria potestad de los padres de familia, por lo que también exigen reformas a la Ley General de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Notas del 25 de julio del Informador y del 26 de julio de Mural, en su primera plana).

Aunque las manifestaciones tuvieron réplicas en otros lugares del país, la efectuada en Guadalajara ha sido la que ha llamado la atención de diversos columnistas. Sin embargo, poco se ha analizado, al menos en términos de opinión pública, lo que estas expresiones representan como fenómeno social, más allá de simplemente decir que se trata de un mero conservadurismo moral.

A reserva de escudriñar datos de encuestas más recientes que resulten representativas a nivel entidad federativa, se efectuó un primer análisis sobre algunas variables relacionadas con una idea general sobre lo que pudiera entenderse por ser conservador, sin que ello signifique que el concepto se agote en este ejercicio.

El ejercicio estadístico que se realizó es una diferencia de medias, es decir, el valor promedio de las respuestas a una pregunta de encuesta se compara entre dos grupos. Los dos grupos están conformados por los habitantes de Jalisco y por quienes viven en el resto del país.

Los datos provienen de la ENVUD (Encuesta Nacional sobre Valores: Lo que une y divide a los mexicanos) levantada entre el 13 de noviembre y el 15 de diciembre de 2010, con 15,910 entrevistas en todo el país, y con representatividad a nivel estatal, pues por ejemplo, en Jalisco se levantaron 700 entrevistas (con factores de expansión esto significa 4’871,358 casos). Aquí puede hallarse la ENVUD.

En la Tabla 1 se muestran 9 preguntas incluidas en la ENVUD 2010, que versan sobre una idea general respecto a lo conservador. En particular, se analizan el orgullo sobre costumbres y tradiciones, si se considera que las religiones unen y no dividen a los mexicanos y el nivel de confianza en las iglesias. También se agregan preguntas sobre valores morales, como actitudes hacia el matrimonio entre personas del mismo sexo, la homosexualidad, el aborto, el divorcio, la eutanasia (también conocida como muerte asistida), y hasta dónde se justifica la violencia doméstica.

La diferencia de medias reveló que los jaliscienses reportan estar más orgullosos de las costumbres y tradiciones que el resto de los mexicanos, de igual manera son más proclives a considerar que las religiones unen a las personas, y también muestran una mayor confianza en las iglesias. Todo ello pudiera tener sentido en el contexto de una sociedad jalisciense relativamente tradicional, que también ha estado marcada por una historia religiosa que incluso se remonta en algunos lugares del estado a la propia guerra Cristera, como lo menciona Jean Meyer en su estudio sobre la  Cristiada  de 1973.

En términos de valores morales se observa que en la entidad sí existe un rechazo mayor al matrimonio entre personas del mismo sexo, pero destaca que el rechazo a la homosexualidad (sin aludir en la pregunta al matrimonio igualitario) no es estadísticamente distinto entre Jalisco y el resto del país, o no lo era a finales de 2010. Este dato desafortunadamente ha pasado prácticamente desapercibido por los columnistas.

En otros temas morales como el rechazo al aborto, al divorcio y a la eutanasia, Jalisco muestra una diferencia estadística con el resto del país que indica que sus habitantes son más proclives a no justificar estos temas.

Finalmente, la violencia doméstica se midió del 1 al 10 “usted qué tanto justifica que un hombre le pegue a su esposa” donde 1 es nunca se justifica y 10 es siempre se justifica. Los resultados indican que en Jalisco esta aceptación es estadísticamente distinta al resto del país, e incluso es menor en Jalisco que en otros lugares de México. Este es un segundo dato que tampoco se ha incluido en los análisis sobre lo que significa ser conservador o tradicionalista en nuestras sociedades.

Todo ello nos sugiere que la dimensión de lo que podríamos entender por conservadurismo o tradicionalismo, sea moral o religioso, no es fácilmente reducible a una o dos frases, se requiere de un trabajo adicional de exploración de datos y argumentos que permitan entender paso a paso fenómenos sociales complejos. Y este “post” apenas empieza a apuntar en esa dirección…

Tabla 1

jaliscomoral

Nota: 0.1*, 0.05**, 0.01***

Fuente: ENVUD 2010, cálculos del autor (diferencia de medias usando las rutinas ttest, robvar y ttest unequal en Stata).

 

 

 

About Alejandro Diaz Dominguez

Professor, School of Government at Tecnológico de Monterrey. PhD in Political Science at Vanderbilt University. [religion and politics, R, surveys, electoral management bodies] Twitter: @alejdiazd https://orcid.org/0000-0002-3856-5686 View all posts by Alejandro Diaz Dominguez

Leave a comment